Masaje sensual para un apuesto gay

Un hombre guapo necesitaba un masaje, y afortunado para él, su amigo estaba más que dispuesto a complacer.Las manos de los amigos eran suaves pero firmes mientras hacía ejercicio de las retorcidas, su toque enviaba estremecimientos por la columna vertebral del hombre.Pero no era solo un masaje regular: el amigo tenía en mente otros planes.Después de unos minutos de hábil acariciado, el amigo reveló su verdadera intención: quería probar la dura polla del hombre.El hombre estaba más que feliz de dejarlo, sus gemidos de placer resonaban en la habitación cuando el amigo provocó atención en su miembro palpitante.El amigo era un maestro del sexo oral, su lengua bailaba sobre el eje del hombre, sus labios se envolvían alrededor de la punta.El hombre tenía el éxtasis, su cuerpo se retorcía bajo las expertas ministraciones de su amigo.El amigo estaba igualmente hábil en las pajas, su agarre firme y seguro mientras llevaba al hombre al borde del placer.El hombre se quedó gastado y satisfecho, su cuerpo todavía cosquilleando por la increíble experiencia.