Un visitante inesperado de Kastyas lleva a un encuentro salvaje en cada habitación

Kostyas estaba en medio de su rutina diaria cuando un visitante inesperado llamó a su puerta.Era su amigo, un hombre tipo oso con una barba ruda y un estómago que se abultaba, que se había acercado para ayudarlo con algo de trabajo en la casa.Los dos hombres, a pesar de sus físicos contrastantes, compartían una profunda amistad que se extendía más allá de solo límites platónicos.Cuando se movían de habitación en habitación, su deseo por los demás creció, inflamando una pasión ardiente que era imposible de ignorar.En la cocina, se entregaron a un beso apasionado, sus lenguas se entrelazaban en un baile acalorado. La excitación fue subiendo de tono mientras se trasladaban al dormitorio, donde se dedicaban a una salvaje sesión de lamer y chupar culos.La intensidad alcanzó su punto máximo cuando se penetraban unos apretados agujeros, sus gemidos resonaban en la casa vacía.La acción siguió en el baño, donde se turnaban para darse placer, sus cuerpos relucientes bajo la cálida ducha.El encuentro dejó a Kostyas y a su amigo completamente satisfechos, su insaciable hambre el uno por el otro finalmente saciaron.